Lo primero que necesitamos es tener los materiales básicos:
1) Hojas de papel con los dibujos que queramos transferir. Es muy importante que los dibujos estén impresos con toner y no con impresoras de inyección de tinta. Las impresoras láser y las fotocopiadoras son perfectas para esto. En caso contrario, las imagenes no se transferirán y además mancharemos la arcilla inútilmente.
2) También por supuesto, necesitamos arcilla polimérica en el color deseado. Hay que tener en cuenta que las imágenes se verán mejor si las transferimos sobre colores claritos, pero también se pueden obtener efectos interesantes usando arcillas más oscuras y eligiendo bien los dibujos o fotos o usando arcillas perladas/metalizadas/con purpurina, etc.
3) Un cortador con la forma que queramos darle a la pieza final.
4) Agua en un pulverizador.Hacemos una lámina con la arcilla que hayamos elegido, del espesor que queramos.
Recortamos la imagen que vamos a aplicar y la colocamos boca abajo, de manera que la tinta esté en contacto con la arcilla y la parte no impresa hacia arriba.
Presionamos suavemente la superficie pasando la yema de los dedos por encima de ella, para que el papel se adhiera perfectamente a la arcilla y no queden burbujas
Después, pulverizamos un poquito de agua sobre la superficie y frotamos con las yemas de los dedos suavemente, hasta que el papel empiece a desprenderse en forma de bolitas.
Hay que hacerlo con mucha suavidad porque de lo contrario nos llevaremos el dibujo en lugar de solamente el papel. Poco a poco el papel irá deshaciéndose, si notamos que está muy seco volvemos a humedecerlo un poco.
Al final, nos quedará solamente la tinta transferida en la arcilla. Recortamos con la forma deseada y horneamos siguiendo las indicaciones del fabricante que suele haber en los envoltorios de la arcilla polimérica.
Hay que hacerlo con mucha suavidad porque de lo contrario nos llevaremos el dibujo en lugar de solamente el papel. Poco a poco el papel irá deshaciéndose, si notamos que está muy seco volvemos a humedecerlo un poco.
Al final, nos quedará solamente la tinta transferida en la arcilla. Recortamos con la forma deseada y horneamos siguiendo las indicaciones del fabricante que suele haber en los envoltorios de la arcilla polimérica.
Es importante hornearlo inmediatamente, porque si la dejamos mucho tiempo "en crudo" la transferencia podría estropearse.
En este caso he usado premo translúcido. Para proteger la transferencia y evitar que se vaya destiñendo con el roce o la humedad, podemos barnizar la pieza, recubrirla con una ligerísima capa de arcilla translúcida o aplicar una capa kato medium (En el ejemplo, el acabado final lleva kato medium).Al barnizar también conseguiremos mayor intensidad en los colores.
NOTA: No olvideis que las imagenes, una vez pasadas a la arcilla, aparecerán reflejadas, de manera que si vamos a transferir texto tendremos que imprimirlas al revés para poder leerlo del derecho una vez finalizado el proceso.
En este caso he usado premo translúcido. Para proteger la transferencia y evitar que se vaya destiñendo con el roce o la humedad, podemos barnizar la pieza, recubrirla con una ligerísima capa de arcilla translúcida o aplicar una capa kato medium (En el ejemplo, el acabado final lleva kato medium).Al barnizar también conseguiremos mayor intensidad en los colores.
NOTA: No olvideis que las imagenes, una vez pasadas a la arcilla, aparecerán reflejadas, de manera que si vamos a transferir texto tendremos que imprimirlas al revés para poder leerlo del derecho una vez finalizado el proceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario