Un sencillo colgante para lucir como quiera.
Los materiales que se necesitan son de esos que siempre tenemos por casa: agua, harina, sal, cordel o lazo, rotulador y cortadores de galletas o de plastelina ¡quien no tiene cortadores de plastelina por casa!
Se mezclamos el agua y la sal y le vamos añadiendo harina poco a poco hasta que la masa se "despegue de los dedos y quede una bola compacta pero moldeable.
Una vez hecha la forma hacemos un agujero para pasar el cordel y horneamos o dejamos simplemente secar al sol.
Ya solo resta personalizar la figurita con los rotuladores.
Y........VOILÀ!