Es deliciosamente tierno, esponjoso y está recubierto por el caramelo que se forma cuando se hornea, lo que le proporciona un contraste maravilloso que lo hace irresistible¡¡
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INGREDIENTESPara la masa
600 gr. harina común ( en ocasiones he utilizado también la de de repostería)
300 ml. de leche
60 gr. azucar
1 huevo
70 gr. de mantequilla
2 cdtas. de levadura seca
1 cdta. de sal
Para el rebozado
350 gr. de azúcar moreno
3 cdtas. de canela
150 gr. de mantequilla
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PREPARACIÓNEmpezamos preparando los ingredientes, y para ello ponemos la mantequilla en cazo y la derretimos a fuego suave. Reservamos.
Calentamos la leche hasta que esté templada, añadimos la levadura seca y mezclamos hasta integrar.
Seguidamente ponemos en el bol de nuestra batidora eléctrica (en mi caso de la Kitchen Aid) la harina, hacemos un pequeño hueco en el centro y añadimos el huevo batido, el azúcar, la sal, el huevo batido, la mantequilla y la mezcla de leche y levadura, batimos con el accesorio pala hasta obtener una masa homogénea. Seguidamente ponemos el accesorio de amasar y lo amasamos durante unos 10 minutos. Nos debe de quedar una masa suave, brillante y elástica.
Si lo hacemos manualmente, sólo tenemos que mezclar todos los ingredientes en un bol hasta formar una masa homogénea, y luego seguir amasando hasta conseguir que nos quede una masa elástica.
Una vez tengamos nuestra masa preparada la colocamos sobre la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y la trabajamos con las manos un poco hasta conseguir formar una bola suave, brillante y sin que se nos pegue en las manos.
Seguidamente pasamos nuestra masa a un bol engrasado, para ello lo pincelamos suavemente con un poco de aceite de girasol o con spray antiadherente, luego depositamos la masa. Lo tapamos bien con un paño de cocina grande y lo dejamos reposar durante 1,5 horas en un lugar cálido y sin corrientes. A mi me gusta dejarlo dentro del horno, (apagado por supuesto).
Minutos antes de que termine el tiempo de levado preparamos los ingredientes para el rebozado, fundimos la mantequilla, la ponemos en un bol y reservamos. En otro bol ponemos el azúcar moreno junto con la canela, mezclamos bien y reservamos.
Ahora que ya tenemos nuestra masa lista, la sacamos del bol y la depositamos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, la extendemos formando un cuadrado y la cortamos en trozos (no demasiado pequeños).
Con cada uno de los cortes formamos una pequeña bola y las vamos depositando sobre una bandeja.
Ahora las rebozamos, para ello vamos mojando cada bola en la mantequilla (mejor hacerlo con un tenedor), seguidamente las pasamos por el azúcar, y las vamos colocando sobre el molde donde las vayamos a hornear, este debe de estar previamente engrasado con el spray antiadherente.
Una vez que tengamos todas nuestras bolas terminadas y depositadas en el molde, lo tapamos con un paño de cocina y lo dejamos reposar otra vez durante unos 40 minutos.
Transcurrido el tiempo, lo introducimos en el horno, precalentando a 180º y lo dejamos hornear durante 35 minutos.
Pasado el tiempo, lo sacamos del horno, lo dejamos durante unos 3 minutos en el molde, le damos la vuelta sobre el plato donde lo vayamos a presentar y a comer calentito¡¡.
Que lo disfrutéis¡¡