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sábado, 17 de diciembre de 2011
Piruletas saladas, el aperitivo para la fiesta más divertida
Los aperitivos, además de ser la tarjeta de presentación de nuestro menú, es la parte, junto con el postre, en la que más disfrutan los niños. Se comen con las manos, de un bocado y son golosos y divertidos. Seguro que este aperitivo que os vamos a enseñar a hacer dará mucho juego entre los más pequeños, que nos pueden echar una mano en la cocina.
Las piruletas saladas, además de ser exquisitas, recordarán a los niños a las piruletas de toda la vida. Es un aperitivo que se come fácilmente con un palito a base de masa de hojaldre y relleno de diferentes preparaciones de verdura, carne o pescado.
A la hora de hacer las piruletas, para ponéroslo más fácil en estos días en los que hay que preparar tantos aperitivos os recomendamos que uséis obleas de empanadillas de la que venden preparadas en lugar de hacer vosotros la masa de hojaldre.
Las obleas las recortaremos en tamaños más pequeños utilizando algún cortapastas divertido. Tened en cuenta que por cada piruleta necesitaremos dos trocitos de oblea.
Para el relleno podemos usar algún queso, verduras picaditas, carne o pescado troceadito y con bechamel, champiñones, mezclas agridulces, etc.
De estos rellenos vamos poniendo un poco con ayuda de una cucharita en el centro de cada trocito de oblea. Si ponemos mucho no se cerrarán bien con la otra cara de la piruleta.
Ponemos el palito sobre la oblea y tapamos por tanto el relleno con la otra oblea. Cerramos bien presionando los bordes con otro palillo o con un tenedor como cuando hacemos empanadillas.
A la hora de cocinarlas, lo ideal es freírlas volteándolas con cuidado de que no se abran ni se les salga el palito. También podemos bañarlas con un poco de huevo y meterlas en el horno. Como toque final podemos decorarlas con un poco de queso en polvo o semillitas de sésamo o de amapola.
Servimos en un recipiente gracioso y listo
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